De úteros

Dados los últimos acontecimientos acaecidos en la mal llamada tierra de las libertades me veo obligada (por mi misma) a comentar. Es obvio que, como mujer que soy, soy pro aborto, o más bien pro elección. Porque no serlo sería ridículo. Y porque sería tremendamente egoísta. Este tipo de leyes reaccionarias abocan a situaciones extremas a gente que ya de por si las está viviendo. Nada nuevo, muertes por prácticas poco controladas o de una hecatombe económica para economías ya de por si maltrechas. Y todo ello ligado a efectos en la salud mental de la madre o/y tal vez del hijo no deseado. Y porque señores, yo no le digo a nadie que cojones hacer con su cuerpo… por qué esa parte reaccionaria de la sociedad quiere decidir que hacer con el mío?

Así que desde aquí, y para esos dos lectores que tengo, quiero comunicar lo siguiente: a todos los varones subnormales en edad reproductiva que son “pro-vida” (o sea pro-estupidez) y aún así no mantienen su apéndice dentro de la bragueta les remito a la palabra V A S E C T O M Í A. O sino o háganse monjes o córtense el pito si les parece bien.

Supongo que todo esto me enfada. Y eso que no me afecta porque ni vivo ni tengo pensado vivir en USA. Pero da bastante miedo pensar que, en el que se supone es el país más puto desarrollado del puto mundo, las mujeres se han convertido en incubadoras andantes. Al tiempo que no pasa nada por llevar una Kalashnikov lista para desenfundar (exageración al canto, lo sé…). Ridículo resulta pensar que se le tenga tanto cariño al nonato y a proteger su inexistente vida mientras se pasan por el forro de los cojones todos los tiroteos en escuelas e institutos donde mueren niños y adolescente. Serán dos temas distintos, pero a una servidora se le escapa totalmente la lógica del asunto.

Y en toda esta vorágine de opiniones aquí y allá me ha resultado bastante molesto que Serena Williams haya declinado comentar cuando ha sido preguntada acerca de la decisión de la corte suprema. Serena Willians viene de una familia humilde, lo cual la debería hacer más empática con aquellos que no tienen recursos para ir a otro estado a hacer lo que en el suyo no se les permite. Creo que le he hecho un vade retro satanás, y he pensado venga hombre… tira para tu puta mansión y lárgate de una vez. Lo juro que no, no es por Nadal, y por los 23 de ella y los 22 de él… Hay cosas en las que uno debe pronunciarse y dar ejemplo cuando tiene ese tipo de repercusión mediática.

Luego en mis andaduras por Twitter leo que el señor Pérez Reverte escribe: El aborto no es un método anticonceptivo. Pero es un derecho de toda mujer. Ella debe decidir, al comienzo de la gestación, continuarla o no. Y yo digo, buah maestro. Pérez Reverte es de lo mejorcito que ha dado nuestro país, esté uno de acuerdo o no con él…. Lo malo es que me puse a leer los comentarios, al susodicho post, de la sarta de gilipollas que pueblan Twitter. Y que son tan gilipollas que se sorprenden de que Pérez Reverte opine de ese modo. Cualquier persona que haya seguido un poco al señor Pérez Reverte no debería sorprenderse. Este hombre no comulga con nadie más que consigo mismo. Y viva! En cierto modo tiene su propia ideología. Todas sus opiniones están pensadas y basadas en una cultura tan excelsísima que ya la quisieran para sí todos aquellos que lo siguen en Twitter (una servidora incluida). Que señores, yo no estoy siempre de acuerdo con Pérez Reverte. Pero qué necesidad hay? Yo quiero que Pérez Reverte me haga pensar porque es de las pocas personas que para dar su opinión usa su puto cerebro. Yo soy libre de usar el mío para rebatírselas.

Putos pesados de Twitter que quieren opiniones cuadriculadas.

Y putas ideologías extremistas que insisten en recortar las libertades de los demás.

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Cuándo todo da lo mismo, ¿por qué no hacer alpinismo?
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2 Responses to De úteros

  1. Lurd Rodriguez says:

    Me gustas mucho enfadada amiga, sale la gueparda que llevas dentro, y esa, da mucha guerra de la buena. Olé!

    Abrazo

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